
Como en un trampolín, desde Sudamérica ya vislumbro el siguiente viaje. Este es el año de los tres continentes, vivo en Argentina siendo europea, y en escasos dos meses estaré haciendo la maleta para marchar a mi siguiente cruz en el mapa.
Me voy al sur de Asia, al sur de mi idolatrada India, a una pequeña ciudad tranquila y apacible a trabajar, o estudiar, o ambas, bajo el yugo de una novísima y enorme empresa de Tecnología de la Información y la Comunicación.
Lo bueno es que nos juntamos muchos en la misión de explorar el universo. Aún nadie salió del planeta, pero por el momento ya somos dos en Asia, dos en África y otros dos en América, norte y centro.
Mientras tanto, los peces vuelven a flotar sobre mi cabeza. Les estaba extrañando, chicos.
Gen.
