Felicidades Viejo

Te Libro de Todo Mal


Felicidades, viejo, hoy es tu cumpleaños.

Como es tu cumpleaños y no te mereces regalos, he decidido darme un homenaje y acabar con nuestros sueños. Hoy, como regalo de cumpleaños, convierto un susurro en una realidad y formalizo mi intención de irme, lejos de mí y lejos de tí. Hoy me regalo una nueva terraza, distinta a la de nuestros sueños, mucho mejor en realidad. Es una terraza donde quedará la mesa sin recoger tantas, tantas noches, una terraza donde sonreir sin tí.

Felicidades, viejo, me voy a un lugar en el que ya no me puedes encontrar.

Pero antes, me hago unos cuantos regalos más por tu cumpleaños. Desgarro tu imágen en mi mente. Podría romper tus fotos pero ya lo hice una vez, y lo único para lo que sirvió fue para no poderlas volver a romper. También me apropio de un jardín de árboles con formas y colores, porque lo planté y lo regué y te lo dí, pero tú no lo quieres. Además reconquisto mi cuerpo al completo, incluso el hueco que hay entre mis clavículas. Ya no es tuyo.

Tú celebra el día de hoy, que te haces viejo, te enfrías, te conviertes en una figura en tono de grises y además pierdes las cosas.

[Mi abuelo, de viejo, tenía un muñeco de una pantera rosa que no me dejaba tocar, porque yo tan sólo era una niñita.]

Felicidades, viejo, algún día tú también tendrás uno.

Pero yo me largo.

Gen.